En una entrada anterior revisábamos los datos que mostraban que la alimentación artificial tiene consecuencias negativas para la salud de los lactantes, y que así es como se tenía que informar a las madres, y no a la inversa (que la leche materna "es mejor") como se hace ahora.
La interrupción temprana de la lactancia materna natural tiene consecuencias negativas para la salud de los niños y es un problema sanitario real. La leche artificial debería reservarse para casos justificados, bajo estricta prescripción pediátrica. Hay que desterrar la impresión tan generalizada de que "no pasa nada por dar biberón". Tampoco es que haya motivos para el dramatismo pero desde luego, sí, sí que pasa.
Este en un link a un artículo de revisión (en inglés).
La siguiente pregunta que nos hacemos es...
¿Supone algún riesgo para las mujeres no dar el pecho?
Porque también se intenta convencer a las mujeres de que den el pecho porque "es bueno para la salud de la madre".
Y si, es cierto. Los metaanálisis de estudios epidemiológicos también tienen sus controversias pero parece claro que hay un moderado menor riesgo de cáncer de mama invasivo pre-menopáusico en las mujeres que dan pecho que en las que no. La disminución del riesgo es más notoria en el grupo de mujeres con antecedentes familiares con cáncer de mama. Es decir, dar el pecho el mayor tiempo posible, reduce el número de boletos que tiene la mujer para la rifa de cáncer de mama. Ídem con el cáncer de ovario: hay una relación inversa entre la duración de la lactancia y las probabilidades de sufrirlo (en ambos casos el secreto está en que la inhibición de la ovulación durante la lactancia y la propia lactogénesis reduce la carga estrogénica durante años o meses, reduciendo el riesgo de proliferación de tumores dependientes de hormonas en una sociedad en la que las mujeres tienen pocos hijos, una menarquia adelantada y una menopausia tardía).
Más prosaicas y tangibles son las consecuencias inmediatas de la lactancia en el metabolismo de la mujer. La lactancia en los primeros meses consume unas 500 kcal al día, lo cual es bastante, y equivale a una especie de gimnasia pasiva, sin necesidad de dietas ni sudores. Aparte del efecto obvio de ayudar a recuperar el peso previo al embarazo (o incluso adelgazar, doy fe), la lactancia mejora los niveles de glucosa, el metabolismo de los lípidos y la presión sanguínea. Y buenas noticias: este efecto parece que persiste tras el destete. El control del peso también persiste tras el destete, aunque es dependiente de otros factores (si la mujer no controla la ingesta tras el destete, por mucho que haya durado la lactancia puede coger sobrepeso).
El riesgo de diabetes mellitus, síndrome metabólico, hiperlipidemia, infarto de miocardio y otras enfermedades cardiovasculares también es moderadamente superior en las mujeres que nunca han dado el pecho.
OJO
Medir los beneficios de la lactancia para la salud de las mujeres es más difícil (aún) que en el caso de los bebés: las mujeres pueden dar el pecho de forma intermitente a lo largo de su vida, y con una duración diferente en cada caso. Así que en los estudios se miden los perjuicios de no dar el pecho nunca (en mujeres con o sin hijos propios) frente a dar el pecho, considerando que la duración de la lactancia de la mujer es el tiempo de lactancia acumulada para todos los hijos que haya tenido la mujer, aunque haya habido años de separación entre ellos sin dar ni gota de pecho.
Esta clasificación de las mujeres es un poco injusta porque sabemos que la gran mayoría de mujeres dan el pecho alguna vez en su vida, aunque sea unos días o semanas, con crisis de abandonos al mes, a los tres y a los seis meses. Así que quien más y quien menos todas las mujeres han dado pecho alguna vez, y pueden sentirse "protegidas" aunque su lactancia haya durado unos pocos meses, cuando los efectos beneficiosos se manifiestan cuando se consideran lactancias prolongadas frente a mujeres que no han experimentado nunca la lactancia.
¿Realmente hay mujeres que dan el pecho pensando en librarse del cáncer de mama? Lo dudo: las que dan el pecho, lo hacen por otros motivos. Que sea mejor para su salud seguro que no está en su top five de razones.
¿Conocer estos datos epidemiológicos puede hacer que las mujeres que se niegan de inicio a dar el pecho se lo piensen dos veces? Yo no lo creo: normalmente las mujeres que se niegan a dar el pecho lo hacen por fuertes sentimientos de asco hacia el amamantamiento o prejuicios sobre sus consecuencias estéticas, el trabajo que conlleva, y los problemas de dolor e insomnio. Les da completamente igual tener mayor o menor riesgo de diabetes mellitus o cáncer de ovario.
¿Conocer estos datos ayuda a que las mujeres aumenten el tiempo que dan el pecho a sus hijos? Tampoco lo creo. No veo a ninguna mujer esforzándose más en la lactancia pensando en lo bien que le vendrá una moderada disminución del riesgo de hipertensión en el futuro, o en el control de la glucemia. Los motivos que llevan al abandono prematuro de la lactancia son más poderosos: presión social, falta de confianza en la lactancia, baja laboral demasiado corta, pésimos consejos de los pediatras, etc.
¿Compensan estos beneficios para la salud de las mujeres que dan lactancia prolongada el posible riesgo de tener problemas de salud mucho más inmediatos y tangibles, como ingurgitaciones, mastitis? Pues claramente no, porque muchas mujeres preferirán asumir más riesgo de cáncer de mama en el futuro que no estar al borde las lágrimas por una posible grieta o mastitis ahora. Y de poco sirve el consuelo de saber que con buena información y apoyo el número de problemas en el pecho se reduce mucho, o que una buena matrona le ayudará a solventar sus problemas, porque el dolor ya no se lo quita nadie. Hay muchas mujeres "acobardadas" ante estas cuestiones y las promesas sobre lo que pueda ocurrir con sus ovarios en el futuro les importa un comino.
Así que...¿a quién se pretende engañar utilizando el argumento de la salud materna como "zanahoria" para convencer a las mujeres de que prolonguen su lactancia? Las mujeres que dan lactancia prolongada a sus hijos tienen suficientes motivos para estar tranquilas y confiadas en que su opción es mejor que la lactancia artificial en múltiples aspectos, pero la salud materna no es el principal. Los beneficios para la salud femenina es un premio intangible y poco atractivo. Por eso yo pienso que es mejor plantear la lactancia en otros términos más pragmáticos.
Lo que me parece más importante del estudio que estoy reseñando es que los especialistas se están convenciendo de que la pregunta que tanto se oye en la consulta del obstetra de: ¿qué vas a dar, pecho o biberón?" debería desaparecer, y ser sustituida por "¿qué has oído de la lactancia materna?". Eso permitiría que los profesionales detectaran los prejuicios, informaciones erróneas y objeciones que tienen las mujeres, y pudieran desmontar con datos algunas creencias frecuentes y equivocadas, como que dar el pecho es bueno pero doloroso para la mujer, o que el biberón no tiene consecuencias negativas para la salud de los bebés, o que los niños de pecho duermen peor. Y que no es que la lactancia materna sea "un plus" que cuatro hippies con más moral que el Alcoyano insisten en dar a sus hijos: es la manera elemental y natural de alimentación infantil, que sólo debería ser sustituida bajo prescripción médica.
Y a vosotras, ¿os resulta importante el argumento de los beneficios para la salud de la mujer a la hora de prolongar la lactancia?
Consejos prácticos y motivadores sobre lactancia natural, especialmente para madres múltiples
12 de enero de 2015
10 de septiembre de 2014
¿Realmente es más arriesgado dar fórmula que LM?
Cuando una madre se está sacando leche para dársela a su hijo ingresado en neonatos, o tiene que aguantar lloros al pecho porque su hijo está atravesando una huelga de lactancia, o le duele una herida en el pezón como consecuencia de una sola sesión de mal agarre, le resulta muy desmotivador escuchar en su entorno comentarios estereotipados del estilo: "¿Para qué esforzarse tanto? Total, las leches de fórmula de hoy en día están muy mejoradas y son igual de buenas que la leche materna. A mí mi madre sólo me dio biberón y me he criado sanísimo"...
Conviene que una madre que quiera dar el pecho y no esté dispuesta a que su entorno le sabotee la lactancia tenga recursos argumentales para replicar semejantes falsedades, que mucha gente da por ciertas al más puro estilo goebbeliano. A mí me recuerdan a los mantras auto-reafirmantes que se repiten los fumadores que no quieren dejar el tabaco: "Yo fumo porque me gusta, lo puedo dejar cuando quiera","Los no fumadores no podeis entender lo bien que sienta fumar", "Pues mi tío fumaba como un carretero y vivió 90 años. Y en cambio mi prima, que no fumaba, murió de cáncer de pulmón, para que veas cómo son las cosas", "Los no fumadores sois unos intransigentes...¿qué más os da que los demás fumen? Mientras no os llegue el humo..." Son falacias que por más que repitan, son un autoengaño...
Precisamente porque la leche de fórmula actual, pese a las innegables mejoras introducidas desde su invención, no es equivalente en ninguna característica analizada a la leche materna, ni tiene las mismas consecuencias para la salud de los niños, están tan pesadas las autoridades sanitarias mundiales con la promoción de la lactancia materna.
Si no le costase más dinero a la sanidad de los países tener generaciones criadas con leche de fórmula que niños alimentados con leche materna, ¡anda que se iban a gastar el dinero en campañas de promoción, o iban a prohibir que los médicos fueran untados con artículos promocionales de las casas comerciales!
Ha bastado un par de generaciones de niños alimentados mayoritariamente con leche de fórmula de esas tan mejoradas y perfeccionadas para se acumulen estudios epidemiológicos y clínicos alertando de los peligros de renunciar demasiado pronto a la lactancia natural, y ahora las autoridades sanitarias se tienen que gastar dinero en recapitular y volver a convencer a las mujeres que no, que aunque ellan jugaran a darles biberones al Nenuco lo mejor es lo otro, lo que se espera de los seres humanos desde hace cientos de miles de años...
El hecho de la leche de fórmula no sea igual a la materna en textura, sabor, olor, y color ya debería hacer sospechar a cualquier persona que tenga cerebro y no serrín dentro del cráneo: no tiene la misma composición y no habría que haber esperado a que los estudios epidemiológicos y clínicos indicasen que no tiene las mismas consecuencias para la salud ser alimentado con LME el periodo natural que indica la OMS (los famosos 6 meses) que no ser alimentado con leche materna, o solo durante un breve periodo de tiempo (frecuentemente, menos de 3 meses).
Lo malo es que las autoridades sanitarias, por ir demasiado de buenrollistas, la están pifiando con su manera de expresarse, porque las construcciones mentales dependen de las palabras que usamos.
Cuando decimos que "la lactancia materna es lo mejor para el bebé", estamos aceptando implícitamente que "la lactancia artificial es normal o buena", aunque haya "cosas mejores". De forma que se perpetúa la idea de que la leche de fórmula es completamente sana y adecuada para el bebé, aunque se recomienda la lactancia materna, que es como una grajea de multivitaminas que si las tomas, bien, pero que si no las tomas tampoco pasa nada.
Así que la embarazada sale del ginecólogo o del curso de preparación al parto pensando que la leche materna está muy bien como bonus, pero que no pasa nada si da biberón (de inicio o tras ser derrotada por las circunstancias), es más: el niño te va a engordar más (mito 1) y encima va a dormir más seguido (mito 2).
Dejo aquí un enlace a una revisión (The influence of natural feeding on human health: short- and long-term perspectives, de Teresa Grzelak et al, 2014) que certifica la falsedad de que la leche de fórmula sea igual de sana que la leche materna o que no tenga consecuencias para la salud futura del niño no haber sido alimentado con leche materna exclusiva durante los meses aconsejados.
Para las que no se atrevan con el inglés, resumiré que los estudios epidemiológicos indican un incremento en el riesgo de otitis media, infecciones respiratorias, sepsis, diarrea, infecciones gastrointestinales, enterocolitis necrotizante, diabetes de tipo I y II, obesidad, síndrome metabólico, asma, dermatitis atópica, alergia, muerte súbita y diferentes formas de leucemia infantil en los niños alimentados con leche artificial de inicio o con leche materna pero menos meses de los aconsejados. Además, los niños alimentados con leche de fórmula parecen tener numerosas variaciones en el patrón de la respuesta inmune y parecen tener peores resultados cuando se avalúa su neurodesarrollo, llegando incluso a tener un impacto en la edad escolar.
Así que a quien ponga en duda los perjuicios de pasarse al biberón habría que invitarle a que repasase la evidencia científica.
Pero analicemos de forma crítica estos estudios científicos, porque tampoco hay que quedarse en la superficie. Es verdad que el incremento de riesgo que la leche artificial proporciona para la mayoría de estas enfermedades es leve o moderado, y sólo el aumento de riesgo es llamativo y más que contundente para algunas patologías, es especial las otitis y las infecciones respiratorias y gastrointestinales, que además son enfermedades frecuentes (porque el riesgo de padecer una forma infantil de leucemia, aunque ser alimentado de fórmula lo incremente, sigue siendo bajo, y a los padres les importa un carajo).
Cuesta encontrar un gastroenterólogo que no admita que la leche de fórmula le sienta como un tiro al sistema digestivo del bebé (incluyendo mayor colonización en el intestino de bacterias potencialmente patógenas).
Y el aumento de riesgo por enterocolitis necrotizante (de importancia en prematuros) son palabras mayores, porque estamos hablando de factores de riesgo de fallecimiento del bebé. Ídem con el aumento en el riesgo de muerte súbita del lactante, aunque en estos casos hay que considerar que el colecho (asociado frecuentemente a la lactancia materna exclusiva) puede ser realmente el factor importante de protección.
En cuanto a la mayor susceptibilidad de padecer ciertas enfermedades en la etapa adulta cuando la alimentación con leche materna ha sido breve o ausente, hay que reconocer que sigue existiendo controversia. Los metanálisis realizados hasta la fecha concluyen que hay incremento moderado de riesgo de padecer ciertas enfermedades ya mencionadas (diabetes tipo II, obesidad...), pero no dejan de ser enfermedades interconectadas entre ellas y hay ciertos factores socioculturales dificiles de corregir en estos estudios.
El más claro parece ser que el hecho que las lactancias exclusivas y prolongadas, en los países desarrollados, son más frecuentes entre las mujeres con un estatus socioeconómico alto y mayor nivel de estudios. Es decir, mujeres bien informadas. Es sensato pensar que esas madres también van ser muy responsables en otros ámbitos de la crianza de los niños, como la alimentación equilibrada, el ejercicio físico y la educación con apego. Por tanto la salud de sus hijos también va a estar influenciada por otros factores ajenos al volumen de leche artificial que consumieran antes de empezar a consumir leche de vaca como tol mundo.
Por eso hay estudios, como los que relacionan el mayor riesgo cardiovascular con la leche de fórmula, que son controvertidos (pero lo que está claro es que ningún estudio ha concluido que la leche materna sea PEOR!!!!)
Ídem con los estudios que relacionan la lactancia artificial con peores resultados en test IQ y consecución de ítems de desarrollo (gatear, andar...) a edades más tardías. Son controvertidos, cierto. Pero este caso es muy gracioso para ilustrar qué poco de beneficio real tienen los cacareados aditivos. Los beneficios para el desarrollo del cerebro se atribuyen a los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga presenten en la leche materna.
ARREA
Las leches de fórmula enriquecidas con dichos ácidos grasos NO presentan equivalentes resultados en funciones de neurodesarrollo que los niños alimentados con leche materna, demostrando que no es cuestión de añadir potingues a la fórmula, sino que hay factores como la biodisponibilidad o la absorción de los nutrientes en los cuales los sucedáneos no pueden competir. La leche materna contiene anticuerpos específicos del entorno materno, bifidobacterias, factores innatos inmunes, oligosacáridos, glicoproteínas , glicosaminoglicanos, adipokinas y otra otra serie de factores que no son imitables en laboratorio y que parecen estar detras de toda estas diferencias.
Los que sigan insistiendo en que ellos dan leche de biberon porque es igual que la leche materna por favor, que cambien sus discurso a uno mas realista del estilo "yo es que no pude/quise dar LME, asi que el niño se tendrá que conformar con algo peor, que se la va hacer".
Eso en cuanto a nivel de salud infantil, en otro post comentaremos acerca de si existe más riesgos en salud para la madre por no dar el pecho o tener lactancias muy cortas para sus hijos.
Conviene que una madre que quiera dar el pecho y no esté dispuesta a que su entorno le sabotee la lactancia tenga recursos argumentales para replicar semejantes falsedades, que mucha gente da por ciertas al más puro estilo goebbeliano. A mí me recuerdan a los mantras auto-reafirmantes que se repiten los fumadores que no quieren dejar el tabaco: "Yo fumo porque me gusta, lo puedo dejar cuando quiera","Los no fumadores no podeis entender lo bien que sienta fumar", "Pues mi tío fumaba como un carretero y vivió 90 años. Y en cambio mi prima, que no fumaba, murió de cáncer de pulmón, para que veas cómo son las cosas", "Los no fumadores sois unos intransigentes...¿qué más os da que los demás fumen? Mientras no os llegue el humo..." Son falacias que por más que repitan, son un autoengaño...
Precisamente porque la leche de fórmula actual, pese a las innegables mejoras introducidas desde su invención, no es equivalente en ninguna característica analizada a la leche materna, ni tiene las mismas consecuencias para la salud de los niños, están tan pesadas las autoridades sanitarias mundiales con la promoción de la lactancia materna.
Si no le costase más dinero a la sanidad de los países tener generaciones criadas con leche de fórmula que niños alimentados con leche materna, ¡anda que se iban a gastar el dinero en campañas de promoción, o iban a prohibir que los médicos fueran untados con artículos promocionales de las casas comerciales!
Ha bastado un par de generaciones de niños alimentados mayoritariamente con leche de fórmula de esas tan mejoradas y perfeccionadas para se acumulen estudios epidemiológicos y clínicos alertando de los peligros de renunciar demasiado pronto a la lactancia natural, y ahora las autoridades sanitarias se tienen que gastar dinero en recapitular y volver a convencer a las mujeres que no, que aunque ellan jugaran a darles biberones al Nenuco lo mejor es lo otro, lo que se espera de los seres humanos desde hace cientos de miles de años...
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Por mucho que los de Nenuco insistan, a los bebés reales parece que les conviene otra cosa... |
El hecho de la leche de fórmula no sea igual a la materna en textura, sabor, olor, y color ya debería hacer sospechar a cualquier persona que tenga cerebro y no serrín dentro del cráneo: no tiene la misma composición y no habría que haber esperado a que los estudios epidemiológicos y clínicos indicasen que no tiene las mismas consecuencias para la salud ser alimentado con LME el periodo natural que indica la OMS (los famosos 6 meses) que no ser alimentado con leche materna, o solo durante un breve periodo de tiempo (frecuentemente, menos de 3 meses).
Lo malo es que las autoridades sanitarias, por ir demasiado de buenrollistas, la están pifiando con su manera de expresarse, porque las construcciones mentales dependen de las palabras que usamos.
Cuando decimos que "la lactancia materna es lo mejor para el bebé", estamos aceptando implícitamente que "la lactancia artificial es normal o buena", aunque haya "cosas mejores". De forma que se perpetúa la idea de que la leche de fórmula es completamente sana y adecuada para el bebé, aunque se recomienda la lactancia materna, que es como una grajea de multivitaminas que si las tomas, bien, pero que si no las tomas tampoco pasa nada.
Así que la embarazada sale del ginecólogo o del curso de preparación al parto pensando que la leche materna está muy bien como bonus, pero que no pasa nada si da biberón (de inicio o tras ser derrotada por las circunstancias), es más: el niño te va a engordar más (mito 1) y encima va a dormir más seguido (mito 2).
Dejo aquí un enlace a una revisión (The influence of natural feeding on human health: short- and long-term perspectives, de Teresa Grzelak et al, 2014) que certifica la falsedad de que la leche de fórmula sea igual de sana que la leche materna o que no tenga consecuencias para la salud futura del niño no haber sido alimentado con leche materna exclusiva durante los meses aconsejados.
Para las que no se atrevan con el inglés, resumiré que los estudios epidemiológicos indican un incremento en el riesgo de otitis media, infecciones respiratorias, sepsis, diarrea, infecciones gastrointestinales, enterocolitis necrotizante, diabetes de tipo I y II, obesidad, síndrome metabólico, asma, dermatitis atópica, alergia, muerte súbita y diferentes formas de leucemia infantil en los niños alimentados con leche artificial de inicio o con leche materna pero menos meses de los aconsejados. Además, los niños alimentados con leche de fórmula parecen tener numerosas variaciones en el patrón de la respuesta inmune y parecen tener peores resultados cuando se avalúa su neurodesarrollo, llegando incluso a tener un impacto en la edad escolar.
Así que a quien ponga en duda los perjuicios de pasarse al biberón habría que invitarle a que repasase la evidencia científica.
Pero analicemos de forma crítica estos estudios científicos, porque tampoco hay que quedarse en la superficie. Es verdad que el incremento de riesgo que la leche artificial proporciona para la mayoría de estas enfermedades es leve o moderado, y sólo el aumento de riesgo es llamativo y más que contundente para algunas patologías, es especial las otitis y las infecciones respiratorias y gastrointestinales, que además son enfermedades frecuentes (porque el riesgo de padecer una forma infantil de leucemia, aunque ser alimentado de fórmula lo incremente, sigue siendo bajo, y a los padres les importa un carajo).
Cuesta encontrar un gastroenterólogo que no admita que la leche de fórmula le sienta como un tiro al sistema digestivo del bebé (incluyendo mayor colonización en el intestino de bacterias potencialmente patógenas).
Y el aumento de riesgo por enterocolitis necrotizante (de importancia en prematuros) son palabras mayores, porque estamos hablando de factores de riesgo de fallecimiento del bebé. Ídem con el aumento en el riesgo de muerte súbita del lactante, aunque en estos casos hay que considerar que el colecho (asociado frecuentemente a la lactancia materna exclusiva) puede ser realmente el factor importante de protección.
En cuanto a la mayor susceptibilidad de padecer ciertas enfermedades en la etapa adulta cuando la alimentación con leche materna ha sido breve o ausente, hay que reconocer que sigue existiendo controversia. Los metanálisis realizados hasta la fecha concluyen que hay incremento moderado de riesgo de padecer ciertas enfermedades ya mencionadas (diabetes tipo II, obesidad...), pero no dejan de ser enfermedades interconectadas entre ellas y hay ciertos factores socioculturales dificiles de corregir en estos estudios.
El más claro parece ser que el hecho que las lactancias exclusivas y prolongadas, en los países desarrollados, son más frecuentes entre las mujeres con un estatus socioeconómico alto y mayor nivel de estudios. Es decir, mujeres bien informadas. Es sensato pensar que esas madres también van ser muy responsables en otros ámbitos de la crianza de los niños, como la alimentación equilibrada, el ejercicio físico y la educación con apego. Por tanto la salud de sus hijos también va a estar influenciada por otros factores ajenos al volumen de leche artificial que consumieran antes de empezar a consumir leche de vaca como tol mundo.
Por eso hay estudios, como los que relacionan el mayor riesgo cardiovascular con la leche de fórmula, que son controvertidos (pero lo que está claro es que ningún estudio ha concluido que la leche materna sea PEOR!!!!)
Ídem con los estudios que relacionan la lactancia artificial con peores resultados en test IQ y consecución de ítems de desarrollo (gatear, andar...) a edades más tardías. Son controvertidos, cierto. Pero este caso es muy gracioso para ilustrar qué poco de beneficio real tienen los cacareados aditivos. Los beneficios para el desarrollo del cerebro se atribuyen a los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga presenten en la leche materna.
ARREA
Las leches de fórmula enriquecidas con dichos ácidos grasos NO presentan equivalentes resultados en funciones de neurodesarrollo que los niños alimentados con leche materna, demostrando que no es cuestión de añadir potingues a la fórmula, sino que hay factores como la biodisponibilidad o la absorción de los nutrientes en los cuales los sucedáneos no pueden competir. La leche materna contiene anticuerpos específicos del entorno materno, bifidobacterias, factores innatos inmunes, oligosacáridos, glicoproteínas , glicosaminoglicanos, adipokinas y otra otra serie de factores que no son imitables en laboratorio y que parecen estar detras de toda estas diferencias.
Los que sigan insistiendo en que ellos dan leche de biberon porque es igual que la leche materna por favor, que cambien sus discurso a uno mas realista del estilo "yo es que no pude/quise dar LME, asi que el niño se tendrá que conformar con algo peor, que se la va hacer".
Eso en cuanto a nivel de salud infantil, en otro post comentaremos acerca de si existe más riesgos en salud para la madre por no dar el pecho o tener lactancias muy cortas para sus hijos.
18 de julio de 2014
Motivos para proseguir con la lactancia materna más allá de unos pocos meses
La bloguesfera sobre lactancia desborda de información sobre los errores más frecuentes que conllevan al fracaso de la lactancia materna y cómo prevenirlos y solucionarlos.
Las estadísticas de lactancia en España nos informan de que el 80% de las madres salen con el niño al pecho del hospital porque desean dar el pecho, pero al tercer mes, las mujeres que dan lactancia natural a sus hijos no llegan al 40%, mientras que en países como Noruega el 80% de las madres consigue haber dado LME hasta los 6 meses, edad recomendada para iniciarse en la introducción de sólidos.
En España las madres lactantes "se van quedando por el camino" y la mayoría no consiguen las expectativas iniciales (ni siquiera llegan a dar LME hasta que se reincorporan al trabajo porque la mayoría no llega a los 3 meses). Cuando se les permite hablar con sinceridad la mayoría de las mujeres confiesa que les hubiera gustado dar el pecho más tiempo pero que las circunstancias se lo impidieron: trabajo, "falta de leche", lactancia mixta, dolores, agobios...
Abunda el pensamiento del estilo "yo lo he intentado pero si no pudo ser, no pudo ser; total, dos meses de lactancia están fenomenal y son más que suficientes, y las leches de fórmula de ahora están muy mejoradas y mi hijo no se ha puesto enfermo jamás".
En los cursos de preparación al parto se habla mucho de las bondades de la leche materna (que si los niños enferman menos, etc etc) pero parece que una vez que la madre ha dado un poco el pecho, ha vivido la experiencia, ya sabe cómo es y el niño ha tomado un poco de leche materna, la madre ya ha cubierto el expediente y puede empezar a dar biberón de fórmula al niño, "como se ha hecho toda la vida" antes de que esas fanáticas naturistas intolerantes vinieran a presionarnos con su obsesión por la lactancia prolongada...
Aparte de etéreos argumentos médicos que a la mayoría les importa un bledo ("pues nosotros nos hemos criado a biberón y no nos ha pasado nada, y a mi hijo le doy biberón y está más gordo y no se pone enfermo en la guardería"), se invierte poco tiempo en explicar qué narices tiene de bueno para la madre proseguir con la lactancia materna más allá de unas pocas semanas, así que por si a alguna le sirve de motivación, voy a enumerar las razones por las que es ventajoso proseguir con la LME e incluso llegar a una lactancia prolongada más allá de "haber cubierto el expediente".
1.La lactancia materna produce beneficios en quien la recibe tras, y a largo plazo
Los estudios clínicos que comparan los efectos sobre la salud de la alimentación con leche humana versus leche artificial encuentran beneficios para los lactantes alimentados de forma natural, pero cuando la lactancia es prolongada (los famosos 6 meses de LME que recomienda la OMS, seguidos de lactancia y sólidos complementarios hasta el año, y después idealmente hasta los dos años e incluso más).
Dar el pecho unas pocas semanas o meses es mejor que nada, pero tiene poca incidencia a largo plazo sobre la salud del bebé o de la madre.
El pensamiendo de "nah, ya con el calostro y eso algun anticuerpo le habrá llegado al niño y ya se me pondrá menos malo" demuestra que ni se entiende el potencial inmunológico de la leche materna ni se comprende en profundidad en qué radica la superioridad nutricional de la leche materna sobre sus sucedáneos.
Los que se hayan iniciado en la lactancia materna buscando el bienestar de su bebé deben saber que no basta con el típico "mes o dos con biberones de leche de fórmula de tanto en tanto".
El famoso "regalo para toda la vida" del que habla Carlos González es un regalo que se va entregando a plazos durante mucho tiempo.
2. Satisfacción por el trabajo bien hecho.
El sentimiento generalizado en las madres tras una lactancia próspera es de orgullo y tranquilidad por "haber hecho las cosas como naturalmente tienen que ser", y seguramente se atesoren bellos recuerdos de lactancia que acompañarán a la madre de por vida. Ninguna madre lactante que haya tenido problemas oculta sus baches, pero el balance final suele ser muy positivo.
Los casos de "superviviencia" a "lactancias heroicas" (lactancia en diferido, relactaciones, mastitis recurrentes) y otra serie de problemas graves son especialmente meritorios y es comprensible que quien los supera se pavonee un poco.
"Quedarse por el camino" puede conllevar a sentimientos de espinita clavada, de lástima por haber destetado antes de tiempo, incluso de culpabilidad. Hay mujeres que atraviesan incluso depresiones postparto causadas por la frustración de los deseos de lactancia (que no deja de ser un instinto primario).
Estos sentimientos pueden aliviarse mediante la repetición de mantras tranquilizadores: "tampoco hay ninguna necesidad de estar todo el día con la teta fuera como una vaca", "así el padre pudo dar biberones por la noche y yo dormí mejor", "el pobre se quedaba con hambre porque yo tenía poca leche, es mejor así", etc, y el más común: "la leche de fórmula de hoy en día está tan perfeccionada que total, el niño va a estar igual de bien".
Por supuesto, siempre hay mujeres a las que les importa un pimiento no haber tenido una "lactancia de libro", pero las estadísticas indican que los sentimientos de frustración por no haber cumplido cumplido las expectativas iniciales de duración de la lactancia o haber tenido lactancias angustiosas son muy comunes. Y la lástima es que la mayoría de ellos podían haberse evitado con mejor educación prenatal, concienciación social y mejor formación del personal médico que aconsejó a la madre.
3. El mejor analgésico y la medicina que mejor entra
¿El niño se ha caído y llora desconsolado? ¿Le han tenido que poner una inyección o sacar sangre y le ha dolido horrores? ¿Tiene dolores y está inconsolable, incluso escupe el chupete? ¿Tiene vómitos o diarrea y lleva horas y horas sin querer probar nada sólido?
Teta, teta y teta.
La teta post-trauma es un conocido remedio anestésico y analgésico contra dolores y lloros, disponible y sin contraindicaciones.
Una madre que esté preocupada porque su hijo está enfermo y no ha comido nada sólido durante días puede estar tranquila si le da teta porque casi todos los bebés enfermitos toleran bien la leche materna, y la aguantan un poco mejor en el estómago. La leche es un alimento completo y nutritivo y si es materna contiene componentes beneficiosos a nivel inmunológico y digestivo. Aunque el niño vomite todo lo demás, con la leche materna no se va a quedar desnutrido y mejorará más rápido de un trastorno digestivo.
Y la teta de mamá es taaaaan relajante durante la convalecencia...
La madre por su lado también va a tener menos sentimientos de impotencia ya que puede hacer "algo más" que esperar a que se pase el mal rato y hagan efecto los demás medicamentos.
4. Control de masas
Muy necesario para madres múltiples, que tienen que hacer frente a rabietas a duo, peleas frecuentes, momentos de mal comportamiento sinérgico y crisis de llanto múltiple a diario.
Con la teta, los niños en estado nervioso se resetean y vuelven a su configuración de angelitos habituales. Se quedan relajados y se les pasa el momento de crisis. El sol vuelve a salir y la dinámica familiar vuelve a funcionar.
La alternativa es intentar atajar la crisis mediante algún otro sistema que casi siempre implica más trabajo, paciencia y cansancio.
Con frecuencia el padre de mis hijos resopla porque, después de haber estado durante horas luchando contra la histeria gemelar, llego yo y con 5 minutos de teta los dejo suaves como el terciopelo.
Si alguien tiene un mecanismo mejor para sobrellevar con felicidad una crianza múltiple por favor que lo patente.
5. Tentempié siempre listo
Si el bebé es pequeño, da igual que nos quedemos encerrados con él en un ascensor, o atascados durante horas en la autopista, o que unos amigos nos enreden para quedarnos hasta muy tarde, que no encontremos un bar abierto o que nos pille el huracán Katrina. La teta no se acaba, no hay que comprarla, no se cae al suelo, no hay que calentar ni mantener estéril ni refrigerada.
Si el niño ya es mayor y come otras cosas, puede utilizar la teta como tentempié mientras llega la hora de comer, o para ir aguantando porque no hay posibilidad de darle otra cosa por el momento. Nos ahorramos llantos y que coma entre horas comida basura..
Es un as en la manga en casos de percance o ausencia demasiado larga de casa lejos de otros alimentos.
Por otro lado, a partir de los seis meses, aunque el niño muestre apetencia por otros alimentos y podamos darle otras cosas, sigue necesitando lácteos (el equivalente a medio litro, recomiendan). ¿Para qué "liquidar" el lácteo original si las alternativas (leche de fórmula de tipo II o leche de vaca) no dejan de ser sucedáneos? El lácteo original sigue siendo mejor (y gratuíto). La leche de vaca sólo aventaja a la humana en que se puede cuajar y hacer queso con ella, en nada más.
6. La lactancia "no es eso"
Entiendo perfectamente a las madres que se agobian y destetan antes de los tres meses porque no se ven capaces de aguantar la situación que están viviendo: angustia constante de pensar que la leche es insuficiente, presiones constantes del entorno para dar biberones de refuerzo, pezones irritados cuando no heridos, pechos turgentes hasta el dolor, goteos inesperados, tomas nocturnas cada dos horas, picos de demanda, lloros al pecho...
Se piensan que toda la lactancia va a ser así siempre y se rinden, eso sí, "admirando mucho a las que dan el pecho", como si fuéramos unas mártires que soportan sufrimientos inenarrables.
Pero a partir de los tres meses la situación cambia: la producción se regula, la demanda se estabiliza, los pechos vuelven a su estado previo al embarazo, los pezones están curtidos, la madre tiene más confianza en el amamantamiento...Comparado con el primer trimestre, la lactancia se vuelve una balsa de aceite y los problemas que surgen (como los mordiscos), se suelen sobrellevar mejor. La teta se vuelve menos alimento y más cariño, confort, confianza, consuelo...para el bebé, y la madre empieza a apreciarla también como vínculo.
La lástima es que las que no llegan a vivir la parte dulce de la lactancia vayan "asustando preñás" con sus malas experiencias.
7. Consuelo de madres trabajadoras
Lo ideal sería vivir en un mundo donde una mujer puede criar cómodamente a sus hijos sin que suponga un techo de cristal para su carrera profesional ni la discriminen en el trabajo a su vuelta de la baja maternal, pero eso no es así. Y si una madre renuncia del todo al trabajo para cuidar a sus hijos debe saber que cuando haya una crisis, o despidan al marido, o le bajen el sueldo, o ella no pueda encontrar otro trabajo cuando quiera volver a trabajar, o se quiera separar de una mala pareja, no va a venir ningún promotor de la crianza con apego a pagarle la hipoteca o el alquiler.
La sociedad educa a las mujeres para que se sientan miserables y culpables por no estar más tiempo con sus hijos (a los hombres se les disculpa siempre y cuando traigan un sueldo a casa). Al menos la teta tras la vuelta del trabajo es recibida como agua de mayo por el niño y es un reencuentro bonito, una compensación y un momento de descanso, cariño, comunicación, caricias...y merienda.
Lo que pasa es que según el tipo de trabajo que se desempeñe y el momento de la reincorporación, extraerse leche en el trabajo para que no se pierda la lactancia puede ser peliagudo. Llegados a este punto es donde otro porcentaje de madres se quedan por el camino y no intentan compaginar lactancia y trabajo.
8. Sin traumas
Igual que hay gente concienciada de que el método Estivill es cruel para los niños, aunque "funcione", el destete drástico decidido unilateralmente por la madre no es plato de gusto para un bebé pequeño. El destete natural suele ser progresivo, y por lo general espontáneo superados los dos años de edad. Lo ideal es que, aunque la madre ponga de su parte para ofrecer cada vez menos teta pasados los meses de LME, sea el niño el que un buen día diga "ya no me interesa", o la madre promueva el cese de la lactancia cuando el niño realmente ya casi no hace tomas de teta y necesita ese consuelo muy poco. Con el destete natural hay menos lloros del bebé, menos sentimientos de culpabilidad en la madre y menor dependencia de sucedáneos de succión (chupetes) que pueden llegar a costar mucho de quitar.
***
¿Os parecen pocos los motivos para seguir con la lactancia materna más allá de unos pocos meses?
16 de julio de 2014
Causas por las que las madres múltiples suelen acabar con lactancia mixta y no LME (y IV)
Acabamos la serie de motivos principales por los cuales las madres múltiples acaban con lactancias mixtas, destetes prematuros y fracasos con la LME con más frecuencia que las madres únicas.
Se ha obtenido por recopilación de experiencias y testimonios y dado que es una simplificación de la realidad (cada caso es un mundo), espero que nadie se sienta ofendido.
7. Doble riesgo de todo
Estadística pura: si el riesgo de que durante la lactancia de un bebé la probabilidad de que aparezcan problemas (grietas, mastitis, ingurgitaciones, anquiloglosia, problemas de agarre, huelgas de lactancia...) es X, la probabilidad de que ocurra con mellizos es de 2X. Es decir, más probabilidad de tener complicaciones durante la lactancia y de que la madre se desespere y se rinda. La producción de leche con mellizos es alta: las ingurgitaciones acechan a menudo. Las grietas pueden ser en los dos pechos y hay menos ocasiones para descansar los pezones porque cada pecho se necesita en cada toma. Como una madre múltiple se suele enfrentar a la lactancia mútliple pelín acongojada de inicio y escasas perspectivas, es fácil que ceda al desánimo ante cualquier eventualidad "grave".
Errores frecuentes
No acudir a tiempo a un asesor de lactancia cualificado.
Alternativas y sugerencias
Informarse bien para prevenir problemas asociados a los inicios de la lactancia.
8. Síndrome de la nave nodriza y de la actriz porno
Si las madres únicas ya se quejan de que al inicio de la lactancia, que es más demandante, están mucho rato con la teta fuera y se sienten hechas un adefesio, o les da pudor dar el pecho en público, imaginaos lo que puede sentir una mujer con las dos tetas fuera (en caso de querer simultanear las tomas).
Eso conlleva a que para dar el pecho a mellizos en público o delante de visitas pudorosas, hay que desincronizar a los gemelos y hacer dos tomas de pecho en vez de una (para no hacer top-less delante de todo el mundo), con lo cual se alarga el tema que dedicamos al asunto y parece que nos pasamos todo el rato con una u otra teta fuera, dando de comer a uno u al otro, y vuelta a empezar (yo lo llamo "síndrome de la nave nodriza").
Los sentimientos negativos de sentirse sucia, desaseada y utilizada como mero alimento y de equipararse a viles animales paridores pueden hacer mella en las madres menos motivadas, que pueden abandonar la LME para que se encargue otra persona de la alimentación de los niños y ella poder tener las tetas más dentro del sujetador que fuera.
Errores frecuentes
Magnificar el horror de esas situaciones y no tener suficiente paciencia como para que pasen los meses más demandantes de la lactancia.
Ceder a la presion social, por lo general contraria a dar el pecho en público.
Pensar que "por un biberón de leche artificial de tanto en tanto no pasa nada" e ir aumentando su frecuencia hasta desembocar en lactancia mixta.
Alternativas y sugerencias
Intentar simultanear siempre que sea posible las tomas para evitar el síndrome de la nave nodriza. Por ejemplo, usando el coche, las salas de lactancia o lugares donde pueda haber intimidad para dar el pecho a los gemelos de forma simultánea cuando estamos fuera de casa.
La lactancia en mellizos también funciona a oferta sin esperar a que alguno de los dos tenga hambre. Podemos organizar la logística de tal manera que demos el pecho a los dos "aunque no haya llegado su hora" y despues hagamos nuestra "vida pública" sin tantas interrupciones.
Evitar sentirnos desaseadas buscando ayuda por las mañanas para podernos vestir en condiciones y no pasarnos el día en camisón desabrochado y lleno de churretones de leche.
Usar ropa compatible con una lactancia múltiple discreta (por ejemplo, un top y encima una camisa, de manera que nos subamos el top y nos cubra la parte superior de los pechos, y la camisa los laterales).
9. Llantos a duo
Algunas madres únicas me dicen que mi experiencia con la crianza de dos niños ha sido buena "porque ninguno ha tenido cólicos" (y ellas dicen que los suyos sí, aunque la palabra "cólico" referida al llanto de los lactantes debería estar reservada para los bebés que cumplen las tres reglas de Wessel, y no simplemente lloran mucho).
Lo que no se imaginan estas madres es que yo, como todas las madres múltiples, ha tenido que aguantar horas de llantos a duo, durante los tres meses que dura la hora bruja, más la alternancia de llantos por uno o por otro...y lo peor: las crisis de llanto múltiple al pecho .
Cuando un niño se retira del pecho llorando como si la leche ardiera es muy desconcertante y produce mucha desesperación en la madre. Realmente, es dificil de justificar delante de la gente pro-biberón por qué aceptas durante días o semanas que un niño o dos lloren casi en cada toma diaria al poco de ponerlos al pecho, con lo doblaos que se quedarían los angelitos con un buen biberón.
Si la crisis de los tres meses da al traste con muchas de las lactancias imaginaos con una crisis de los tres meses a duo: días, incluso semanas de llantos múltiples en casi cada toma de pecho. Una prueba de paciencia que pocas superan.
Las crisis de llanto al pecho no ocurren en todos los bebés ni en todas las lactancias, ni tienen la misma duración, ni tienen por qué repetirse, pero en caso de que se produzcan quizás la madre necesite apoyo emocional extra en la lactancia.
Errores frecuentes
Pensar que siempre que el niño llora al ponerle al pecho es porque la leche es insuficiente (claro, son mellizos y la madre no produce lo suficiente...) y pasarse a la lactancia exclusiva de fórmula o la lactancia mixta, y encima con biberón.
Alternativas y sugerencias
Ante los lloros en las tomas de pecho, hay varias cosas que se pueden probar para eliminar los llantos o hacer que el niño vuelva a engancharse y no se retire del pecho: dar el pecho en posición más reclinada, o mejor incluso tumbada, dar las tomas nocturnas tumbada y no sobre el cojín de lactancia (suele ser necesario desincronizar a los mellizos), cambiar de postura en la toma simultánea, probar otras posturas desincronizando las tomas, cambiar a los bebés su pecho habitual (intercambio de teta), intentar que los niños no lleguen a la toma muy hambrientos, reducir al máximo su estimulación durante el día para que lloren menos en las tomas vespertinas...
Ponerse en contacto con un taller de madres lactantes o un asesor de lactancia para compartir experiencias y asegurarnos de que realmente es una crisis pasajera y todo está bien.
Reducir las tomas con público para recibir menos presiones del entorno en caso de que los bebés se pongan a llorar a la teta.
10. Agobios mentales varios en la madre
Por si fuera poco lo que ya hemos descrito, hay muchos más agobios mentales evitables y combatibles que acechan a las madres múltiples y que las llevan a abandonar antes de tiempo la LME.
Por ejemplo, el "síndrome de nave nodriza agravado por sacaleches", que es secundario al "síndrome-de-la-vuelta-al-trabajo-horror-no-tengo-preparado-un-gigantesco-banco-de-leche". Se produce cuando la madre pretende pasarse con el extractor de leche al pecho todo el rato libre que le dejan los mellizos. Esto es un sinvivir que desquicia a cualquiera y que puede acabar justo en lo que no quería la madre: lactancia mixta y recurrir a la leche de fórmula antes de tiempo.
El banco de leche de una madre múltiple debe ser grande, es cierto, porque cunde la mitad que el de una madre única, pero eso no debe llevarnos a agobiarnos demasiado pronto, interferir en la lactancia del delicado primer trimestre o impedirnos disfrutar de la vida.
Además la baja maternal en caso de parto múltiple en España es más larga (dos semanas más por hijo a partir del segundo, el doble de horas de lactancia, que se pueden acumular) y en el afortunado caso de poder encadenar la baja maternal ampliada con la lactancia y las vacaciones, podemos llegar a la posibilidad de cubrir el periodo de 5-6 meses de LME, y después empezar con la alimentación complementaria, en la cual alguna de las tomas pueden ser de papilla de cereales con agua o caldo (ni siquiera tenemos por qué recurrir a la leche de fórmula), y el resto pures de carne, verduras, o fruta. Eso reduce la necesidad de acumular ingentes cantidades de leche (me temo que intentar Baby Led Weaning con mellizos mientras se trabaja sí puede requerir importantes cantidades de leche materna).
La extracción de leche será muy superior y más rápida cuando estemos en el trabajo, tras horas separadas de nuestros hijos, que en casa entre toma y toma, asi que es mejor no agobiarse y esperar a empezar a trabajar para sacarnos leche para el día siguiente, si hace falta.
Otros agobios mentales de los que me ha llegado noticia es el miedo a enfermar por la exigencia metabólica que la lactancia múltiple exige a la madre. Ciertamente, muchas madres múltiples adelgazan durante el primer trimestre de lactancia a pesar de comer y beber desaforadamente, porque el gasto energético es elevado, pero no conozco a ninguna mujer que le preocupe adelgazar unos kilillos.
La lactancia no produce osteoporosis, ni caries en la madre, y eso se extiende a la lactancia múltiple (en un país civilizado es rarísimo encontrar mujeres con graves deficiencias nutricionales). Lo único que hay que vigilar es no acostumbrarnos a comer desaforadamente porque en cuanto se acabase la lactancia (que es una gimnasia pasiva consume-calorías)o se espaciasen las tomas, engordaríamos todo lo que hubiéramos perdido y más. En cuanto se pase el primer trimestre de hambre atroz, conviene preocuparse de volver a unas raciones de comida adecuadas tirando a bajas y a preocuparnos por el equilibrio nutricional de las comidas, y encontrar tiempo donde sea para practicar deporte con moderación (aunque sea empujar el carro gemelar por las cuestas del pueblo).
La composición de la leche no se verá perjudicada con una dieta moderada. La lactancia con los meses no solo no se vuelve "aguada" si no que aumenta su contenido calórico así que tampoco es motivo para suspender la LME el haber excedido los 3 o 6 meses.
Por lo demás, las paranoias mentales de las madres mútliples son las mismas que las de las madres únicas.
Errores frecuentes
Agobiarse con cosas que no merecen la pena, no simplificarse la vida, rodearnos de gente amarga-lactantes, no confiar en la naturaleza, creer en mitos de lactancia.
Alternativas y sugerencias
Mens sana in corpore sano. Pensamiento positivo. Priorizar. Compartir las paranoias con otras madres que hayan practicado lactancias exitosas y nos puedan dar comprensión y apoyo emocional. Huir de los ambientes tóxicos para la lactancia.
En resumidas cuentas, después de este gran tocho:
Los principales motivos por los cuales, estadísticamente, las madres múltiples recurren en mayor medida a la lactancia mixta y al abandono prematuro de la LME, se pueden englobar en tres grandes categorías:
1. Consejos e indicaciones inadecuados por parte del personal médico, promovidos por la frecuencia de complicaciones obstétricas e ingresos neonatales de los partos múltiples.
2. Falta de resistencia física y mental de la madre, agravada por las exigencias de la crianza múltiple.
3. Falta de apoyo externo que fomente la LME o el retorno a la LME tras el paso por la lactancia mixta, frecuente en partos múltiples.
Es más de lo mismo, una y otra vez. La lactancia múltiple es más dura que la lactancia única y por tanto, la responsabilidad de los profesionales que atiende a la madre es mayor y la necesidad de que la madre esté motivada, relajada, contenta, confiada, ayudada y apoyada emocionalmente es mayor. Una madre múltiple con tendencia a agobiarse tiene casi todos los números para fracasar en su lactancia. Da igual que tenga experiencia previa con la lactancia de otro hijo. Por eso las estadísticas son las que son y las madre múltiples que dan LME y lactancia prolongada siguen despertando admiración, extrañeza y estupor.
Los tres categorías anteriores a su vez pueden resumirse en una única causa de fracaso de la LME:
La mentalidad de "voy a intentar dar lactancia materna", en vez de "voy a dar lactacia materna".
Las madres que dan LME a sus hijos no es por ausencia de dificultades, es porque han sabido sobrellevarlas y vencerlas. Y no hay más. Si al final, por mucha letra que haya detrás, es todo así de sencillo.
Se ha obtenido por recopilación de experiencias y testimonios y dado que es una simplificación de la realidad (cada caso es un mundo), espero que nadie se sienta ofendido.
7. Doble riesgo de todo
Estadística pura: si el riesgo de que durante la lactancia de un bebé la probabilidad de que aparezcan problemas (grietas, mastitis, ingurgitaciones, anquiloglosia, problemas de agarre, huelgas de lactancia...) es X, la probabilidad de que ocurra con mellizos es de 2X. Es decir, más probabilidad de tener complicaciones durante la lactancia y de que la madre se desespere y se rinda. La producción de leche con mellizos es alta: las ingurgitaciones acechan a menudo. Las grietas pueden ser en los dos pechos y hay menos ocasiones para descansar los pezones porque cada pecho se necesita en cada toma. Como una madre múltiple se suele enfrentar a la lactancia mútliple pelín acongojada de inicio y escasas perspectivas, es fácil que ceda al desánimo ante cualquier eventualidad "grave".
Errores frecuentes
No acudir a tiempo a un asesor de lactancia cualificado.
Alternativas y sugerencias
Informarse bien para prevenir problemas asociados a los inicios de la lactancia.
8. Síndrome de la nave nodriza y de la actriz porno
Si las madres únicas ya se quejan de que al inicio de la lactancia, que es más demandante, están mucho rato con la teta fuera y se sienten hechas un adefesio, o les da pudor dar el pecho en público, imaginaos lo que puede sentir una mujer con las dos tetas fuera (en caso de querer simultanear las tomas).
Eso conlleva a que para dar el pecho a mellizos en público o delante de visitas pudorosas, hay que desincronizar a los gemelos y hacer dos tomas de pecho en vez de una (para no hacer top-less delante de todo el mundo), con lo cual se alarga el tema que dedicamos al asunto y parece que nos pasamos todo el rato con una u otra teta fuera, dando de comer a uno u al otro, y vuelta a empezar (yo lo llamo "síndrome de la nave nodriza").
Los sentimientos negativos de sentirse sucia, desaseada y utilizada como mero alimento y de equipararse a viles animales paridores pueden hacer mella en las madres menos motivadas, que pueden abandonar la LME para que se encargue otra persona de la alimentación de los niños y ella poder tener las tetas más dentro del sujetador que fuera.
Errores frecuentes
Magnificar el horror de esas situaciones y no tener suficiente paciencia como para que pasen los meses más demandantes de la lactancia.
Ceder a la presion social, por lo general contraria a dar el pecho en público.
Pensar que "por un biberón de leche artificial de tanto en tanto no pasa nada" e ir aumentando su frecuencia hasta desembocar en lactancia mixta.
Alternativas y sugerencias
Intentar simultanear siempre que sea posible las tomas para evitar el síndrome de la nave nodriza. Por ejemplo, usando el coche, las salas de lactancia o lugares donde pueda haber intimidad para dar el pecho a los gemelos de forma simultánea cuando estamos fuera de casa.
La lactancia en mellizos también funciona a oferta sin esperar a que alguno de los dos tenga hambre. Podemos organizar la logística de tal manera que demos el pecho a los dos "aunque no haya llegado su hora" y despues hagamos nuestra "vida pública" sin tantas interrupciones.
Evitar sentirnos desaseadas buscando ayuda por las mañanas para podernos vestir en condiciones y no pasarnos el día en camisón desabrochado y lleno de churretones de leche.
Usar ropa compatible con una lactancia múltiple discreta (por ejemplo, un top y encima una camisa, de manera que nos subamos el top y nos cubra la parte superior de los pechos, y la camisa los laterales).
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Hay gente que ve incompatible la lactancia múltiple con la vida pública, aunque se hagan grandes esfuerzos de discreción |
Algunas madres únicas me dicen que mi experiencia con la crianza de dos niños ha sido buena "porque ninguno ha tenido cólicos" (y ellas dicen que los suyos sí, aunque la palabra "cólico" referida al llanto de los lactantes debería estar reservada para los bebés que cumplen las tres reglas de Wessel, y no simplemente lloran mucho).
Lo que no se imaginan estas madres es que yo, como todas las madres múltiples, ha tenido que aguantar horas de llantos a duo, durante los tres meses que dura la hora bruja, más la alternancia de llantos por uno o por otro...y lo peor: las crisis de llanto múltiple al pecho .
Cuando un niño se retira del pecho llorando como si la leche ardiera es muy desconcertante y produce mucha desesperación en la madre. Realmente, es dificil de justificar delante de la gente pro-biberón por qué aceptas durante días o semanas que un niño o dos lloren casi en cada toma diaria al poco de ponerlos al pecho, con lo doblaos que se quedarían los angelitos con un buen biberón.
Si la crisis de los tres meses da al traste con muchas de las lactancias imaginaos con una crisis de los tres meses a duo: días, incluso semanas de llantos múltiples en casi cada toma de pecho. Una prueba de paciencia que pocas superan.
Las crisis de llanto al pecho no ocurren en todos los bebés ni en todas las lactancias, ni tienen la misma duración, ni tienen por qué repetirse, pero en caso de que se produzcan quizás la madre necesite apoyo emocional extra en la lactancia.
Errores frecuentes
Pensar que siempre que el niño llora al ponerle al pecho es porque la leche es insuficiente (claro, son mellizos y la madre no produce lo suficiente...) y pasarse a la lactancia exclusiva de fórmula o la lactancia mixta, y encima con biberón.
Alternativas y sugerencias
Ante los lloros en las tomas de pecho, hay varias cosas que se pueden probar para eliminar los llantos o hacer que el niño vuelva a engancharse y no se retire del pecho: dar el pecho en posición más reclinada, o mejor incluso tumbada, dar las tomas nocturnas tumbada y no sobre el cojín de lactancia (suele ser necesario desincronizar a los mellizos), cambiar de postura en la toma simultánea, probar otras posturas desincronizando las tomas, cambiar a los bebés su pecho habitual (intercambio de teta), intentar que los niños no lleguen a la toma muy hambrientos, reducir al máximo su estimulación durante el día para que lloren menos en las tomas vespertinas...
Ponerse en contacto con un taller de madres lactantes o un asesor de lactancia para compartir experiencias y asegurarnos de que realmente es una crisis pasajera y todo está bien.
Reducir las tomas con público para recibir menos presiones del entorno en caso de que los bebés se pongan a llorar a la teta.
10. Agobios mentales varios en la madre
Por si fuera poco lo que ya hemos descrito, hay muchos más agobios mentales evitables y combatibles que acechan a las madres múltiples y que las llevan a abandonar antes de tiempo la LME.
Por ejemplo, el "síndrome de nave nodriza agravado por sacaleches", que es secundario al "síndrome-de-la-vuelta-al-trabajo-horror-no-tengo-preparado-un-gigantesco-banco-de-leche". Se produce cuando la madre pretende pasarse con el extractor de leche al pecho todo el rato libre que le dejan los mellizos. Esto es un sinvivir que desquicia a cualquiera y que puede acabar justo en lo que no quería la madre: lactancia mixta y recurrir a la leche de fórmula antes de tiempo.
El banco de leche de una madre múltiple debe ser grande, es cierto, porque cunde la mitad que el de una madre única, pero eso no debe llevarnos a agobiarnos demasiado pronto, interferir en la lactancia del delicado primer trimestre o impedirnos disfrutar de la vida.
Además la baja maternal en caso de parto múltiple en España es más larga (dos semanas más por hijo a partir del segundo, el doble de horas de lactancia, que se pueden acumular) y en el afortunado caso de poder encadenar la baja maternal ampliada con la lactancia y las vacaciones, podemos llegar a la posibilidad de cubrir el periodo de 5-6 meses de LME, y después empezar con la alimentación complementaria, en la cual alguna de las tomas pueden ser de papilla de cereales con agua o caldo (ni siquiera tenemos por qué recurrir a la leche de fórmula), y el resto pures de carne, verduras, o fruta. Eso reduce la necesidad de acumular ingentes cantidades de leche (me temo que intentar Baby Led Weaning con mellizos mientras se trabaja sí puede requerir importantes cantidades de leche materna).
La extracción de leche será muy superior y más rápida cuando estemos en el trabajo, tras horas separadas de nuestros hijos, que en casa entre toma y toma, asi que es mejor no agobiarse y esperar a empezar a trabajar para sacarnos leche para el día siguiente, si hace falta.
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Me puse como loca a sacarme reservas de leche...y después me di cuenta de que no me hacían falta y el problema fue encontrar la ocasión de gastarlas antes de que se caducaran!!! |
Otros agobios mentales de los que me ha llegado noticia es el miedo a enfermar por la exigencia metabólica que la lactancia múltiple exige a la madre. Ciertamente, muchas madres múltiples adelgazan durante el primer trimestre de lactancia a pesar de comer y beber desaforadamente, porque el gasto energético es elevado, pero no conozco a ninguna mujer que le preocupe adelgazar unos kilillos.
La lactancia no produce osteoporosis, ni caries en la madre, y eso se extiende a la lactancia múltiple (en un país civilizado es rarísimo encontrar mujeres con graves deficiencias nutricionales). Lo único que hay que vigilar es no acostumbrarnos a comer desaforadamente porque en cuanto se acabase la lactancia (que es una gimnasia pasiva consume-calorías)o se espaciasen las tomas, engordaríamos todo lo que hubiéramos perdido y más. En cuanto se pase el primer trimestre de hambre atroz, conviene preocuparse de volver a unas raciones de comida adecuadas tirando a bajas y a preocuparnos por el equilibrio nutricional de las comidas, y encontrar tiempo donde sea para practicar deporte con moderación (aunque sea empujar el carro gemelar por las cuestas del pueblo).
La composición de la leche no se verá perjudicada con una dieta moderada. La lactancia con los meses no solo no se vuelve "aguada" si no que aumenta su contenido calórico así que tampoco es motivo para suspender la LME el haber excedido los 3 o 6 meses.
Por lo demás, las paranoias mentales de las madres mútliples son las mismas que las de las madres únicas.
Errores frecuentes
Agobiarse con cosas que no merecen la pena, no simplificarse la vida, rodearnos de gente amarga-lactantes, no confiar en la naturaleza, creer en mitos de lactancia.
Alternativas y sugerencias
Mens sana in corpore sano. Pensamiento positivo. Priorizar. Compartir las paranoias con otras madres que hayan practicado lactancias exitosas y nos puedan dar comprensión y apoyo emocional. Huir de los ambientes tóxicos para la lactancia.
En resumidas cuentas, después de este gran tocho:
Los principales motivos por los cuales, estadísticamente, las madres múltiples recurren en mayor medida a la lactancia mixta y al abandono prematuro de la LME, se pueden englobar en tres grandes categorías:
1. Consejos e indicaciones inadecuados por parte del personal médico, promovidos por la frecuencia de complicaciones obstétricas e ingresos neonatales de los partos múltiples.
2. Falta de resistencia física y mental de la madre, agravada por las exigencias de la crianza múltiple.
3. Falta de apoyo externo que fomente la LME o el retorno a la LME tras el paso por la lactancia mixta, frecuente en partos múltiples.
Es más de lo mismo, una y otra vez. La lactancia múltiple es más dura que la lactancia única y por tanto, la responsabilidad de los profesionales que atiende a la madre es mayor y la necesidad de que la madre esté motivada, relajada, contenta, confiada, ayudada y apoyada emocionalmente es mayor. Una madre múltiple con tendencia a agobiarse tiene casi todos los números para fracasar en su lactancia. Da igual que tenga experiencia previa con la lactancia de otro hijo. Por eso las estadísticas son las que son y las madre múltiples que dan LME y lactancia prolongada siguen despertando admiración, extrañeza y estupor.
Los tres categorías anteriores a su vez pueden resumirse en una única causa de fracaso de la LME:
La mentalidad de "voy a intentar dar lactancia materna", en vez de "voy a dar lactacia materna".
Las madres que dan LME a sus hijos no es por ausencia de dificultades, es porque han sabido sobrellevarlas y vencerlas. Y no hay más. Si al final, por mucha letra que haya detrás, es todo así de sencillo.
Causas por las que las madres múltiples suelen acabar con lactancia mixta y no LME (III)
Proseguimos con la enumeración de los
principales motivos por los cuales es más frecuente encontrar casos de
lactancia mixta que LME en madres múltiples. No dejan de ser, en el
fondo, los mismos motivos que explican el abandono prematuro de la LME en madres únicas y el fracaso de la lactancia materna en general.
Los motivos anteriores eran:
1. Flaqueza de fuerzas de la madre
2. Uso de biberones
3. Mal seguimiento del consejo médico de suplementar
4. Esclavos de la báscula
5. Resistencia a buscar información adecuada y apoyo
Toda madre embarazada que desee dar lactancia materna tiene deberes que hacer, y no me refiero precisamente a comparar modelos de carro (de eso que se encargue el padre) o buscar modelos de cortinitas con dibujos de ositos para la habitación del bebé.
Debe buscar información sobre cual es el mejor lugar de su zona para dar a luz, comprobar si siguen protocolos IHAN y buscar el teléfono de la asociación de apoyo a la lactancia mas próximo a su domicilio, además de quedarse con el dato de quién es la matrona o pediatra especialista en lactancia de su zona y si se celebran talleres post-parto para madres. Y no solo buscarlo para tenerlo, si no...¡¡hacer uso de él en cuanto haga falta!!
Esto parece una tontería porque en las grandes ciudades hay muchos talleres y asociaciones, pero en los pueblos de provincias puede ser complicado dar un asesor de lactancia cualificado.
Mal asunto quien piense que incluso con mellizos la cosa va ser ponérselos a la teta, esperar a que se obre el milagro, y si no se obra, lactancia mixta o artificial. ¿Qué clase de mentalidad es esa?
Y claro, abundan testimonios de mujeres que ya sea por unos motivos u otros (cesárea, ingreso en prematuros, agobios mentales varios, pediatras incompetentes...) se pasaron a la lactancia mixta y después a la artificial exclusiva sin haber puesto el pie en un taller post-parto, donde hay experiencias de lactancias prolongadas, ni ponerse en contacto aunque sea via teléfonica con un asesor de lactancia cualificado. Las mas interneteras buscan ayuda no especializada en foros femeninos multitudinarios.
HORROR
Los consejos más espantosos a nivel de lactancia los he visto precisamente en este foro.
Las madres múltiples, al igual que las que tienen otro hándicap de inicio (pezones planos, hipotiroidismo, síndrome de ovarios poliquísticos...) no deberían dejar que les pille el toro y llegar al parto muy motivadas e informadas de cómo reconocer a los Pediatrasaurios rex, matronas incompetentes, protocolos neonatales obsoletos y toda esa clase de peligros que acechan a las madres lactantes.
Las madres múltiples son víctimas propiciatorias, y por eso toda precaución es poca en su caso.
Errores frecuentes
Los talleres de madres postparto no son sectas de fanáticas naturistas.
No todos los pediatras y matronas dan consejos adecuados sobre lactancia.
Hay que informarse sobre a quien debemos acudir en caso de emergencia lactante y perder miedo a los grupos de apoyo a la lactancia.
Alternativas y sugerencias
Dedicar mucho tiempo durante el embarazo a informarse en condiciones de temas de lactancia, aunque nos quede menos tiempo para preparar un ajuar que el bebé ni demanda, ni necesita, ni aprecia, ni valora, ni repercute en su salud.
6. No diferenciar entre lactancia "a demanda" y lactancia "a oferta"
Cuando una tiene que alimentar a dos bebés y se da cuenta, oh sorpresa, de que no los ha parido sincrónicos, surge una duda. ¿Qué pasa si uno tiene hambre y el otro no? Obedeciendo modosamente a la indicación de lactancia a demanda, empieza darles tomas no simultáneas, con el consiguiente agobio por no parar de dar teta en todo el día, desincronización cada vez más acusada de las tomas, y crisis de llanto porque a media toma el otro bebé descubre que tienen hambre y zasca, ya tenemos a la madre dando pecho a uno de los mellizos y a algún familiar bienintencionado dandole un biberón salvador al otro mellizo. La lactancia mixta perpetua está al caer.
La lactancia de mellizos tiene la particularidad de que, aparte de ser a demanda (de lo contrario la produccion de leche de la madre nunca se ajustará a la necesidad de los hijos), funciona "a oferta".
Eso significa que cuando el mellizo mas glotón pide teta, lo que evita más problemas a larga es ponernos a los dos a tomar teta simultáneamente, aunque el otro remolonee un poco o no haya dado síntomas de hambre. Eso implica que si hay que despertarle, se le despierta. Pocos bebés hay que rechacen una teta cuando se la dan, aunque sólo sea para tomar un chupito, remolonear un poco con succión no nutritiva hasta que se les despierte la gazuza o simplemente, hincharse igual que el otro. Asi que no estará de mal humor aunque se le haya despertado para comer. Tanto de día como de noche.
Si uno acaba antes que el otro tenemos varias opciones: dejarle a la teta hasta que el otro acabe, dejarle en nuestro regazo con la teta fuera de la boca hasta que el otro acabe, o dejarle ir si es suficientemente mayor y seguir con el otro si va más lento (una madre múltiple lactante experta sabe diferenciar cuándo cortar las tomas una vez que los dos han tomado lo suficiente).
Al final ahorramos tiempo y el patrón de lactancia no difiere mucho del que tendría una madre única. Las noches también se simplifican, aunque como el cojín de lactancia por la noche es un gran agobio, puede ser sensato probar la técnica del "vuelta y vuelta" (colechar con los mellizos a ambos lados e irse girando a uno u otro) dejando que se desincronicen un poco y ver cuál es la manera que nos permite dormir mejor y menos lloros provoca.
Los picos de demanda por brotes de crecimiento se responden de la misma manera: pecho a demanda...del que demande primero, y el segundo que espabile.
Cada niño tiene su pecho asignado, aunque se pueden intercambiar entre tomas o de tanto en tanto. ¡¡La lactancia es más estable de lo que nos quieren hacer creer!!
La lactancia materna no induce a obesidad futura a los niños, así que lo peor que puede pasar es que el bebé menos glotón engorde a mejor ritmo que el otro, cosa que no preocupará al pediatra.
Errores frecuentes
Tomarse lo de lactancia a demanda demasiado literal.
Sentir una pena insuperable por despertar al mellizo menos hambriento.
Alternativas y sugerencias
Ir a lo práctico y simultanear las tomas siempre que se pueda!!!!!!!!
(continuará)
Los motivos anteriores eran:
1. Flaqueza de fuerzas de la madre
2. Uso de biberones
3. Mal seguimiento del consejo médico de suplementar
4. Esclavos de la báscula
5. Resistencia a buscar información adecuada y apoyo
Toda madre embarazada que desee dar lactancia materna tiene deberes que hacer, y no me refiero precisamente a comparar modelos de carro (de eso que se encargue el padre) o buscar modelos de cortinitas con dibujos de ositos para la habitación del bebé.
Debe buscar información sobre cual es el mejor lugar de su zona para dar a luz, comprobar si siguen protocolos IHAN y buscar el teléfono de la asociación de apoyo a la lactancia mas próximo a su domicilio, además de quedarse con el dato de quién es la matrona o pediatra especialista en lactancia de su zona y si se celebran talleres post-parto para madres. Y no solo buscarlo para tenerlo, si no...¡¡hacer uso de él en cuanto haga falta!!
Esto parece una tontería porque en las grandes ciudades hay muchos talleres y asociaciones, pero en los pueblos de provincias puede ser complicado dar un asesor de lactancia cualificado.
Mal asunto quien piense que incluso con mellizos la cosa va ser ponérselos a la teta, esperar a que se obre el milagro, y si no se obra, lactancia mixta o artificial. ¿Qué clase de mentalidad es esa?
Y claro, abundan testimonios de mujeres que ya sea por unos motivos u otros (cesárea, ingreso en prematuros, agobios mentales varios, pediatras incompetentes...) se pasaron a la lactancia mixta y después a la artificial exclusiva sin haber puesto el pie en un taller post-parto, donde hay experiencias de lactancias prolongadas, ni ponerse en contacto aunque sea via teléfonica con un asesor de lactancia cualificado. Las mas interneteras buscan ayuda no especializada en foros femeninos multitudinarios.
HORROR
Los consejos más espantosos a nivel de lactancia los he visto precisamente en este foro.
Las madres múltiples, al igual que las que tienen otro hándicap de inicio (pezones planos, hipotiroidismo, síndrome de ovarios poliquísticos...) no deberían dejar que les pille el toro y llegar al parto muy motivadas e informadas de cómo reconocer a los Pediatrasaurios rex, matronas incompetentes, protocolos neonatales obsoletos y toda esa clase de peligros que acechan a las madres lactantes.
Las madres múltiples son víctimas propiciatorias, y por eso toda precaución es poca en su caso.
Errores frecuentes
Los talleres de madres postparto no son sectas de fanáticas naturistas.
No todos los pediatras y matronas dan consejos adecuados sobre lactancia.
Hay que informarse sobre a quien debemos acudir en caso de emergencia lactante y perder miedo a los grupos de apoyo a la lactancia.
Alternativas y sugerencias
Dedicar mucho tiempo durante el embarazo a informarse en condiciones de temas de lactancia, aunque nos quede menos tiempo para preparar un ajuar que el bebé ni demanda, ni necesita, ni aprecia, ni valora, ni repercute en su salud.
6. No diferenciar entre lactancia "a demanda" y lactancia "a oferta"
Cuando una tiene que alimentar a dos bebés y se da cuenta, oh sorpresa, de que no los ha parido sincrónicos, surge una duda. ¿Qué pasa si uno tiene hambre y el otro no? Obedeciendo modosamente a la indicación de lactancia a demanda, empieza darles tomas no simultáneas, con el consiguiente agobio por no parar de dar teta en todo el día, desincronización cada vez más acusada de las tomas, y crisis de llanto porque a media toma el otro bebé descubre que tienen hambre y zasca, ya tenemos a la madre dando pecho a uno de los mellizos y a algún familiar bienintencionado dandole un biberón salvador al otro mellizo. La lactancia mixta perpetua está al caer.
La lactancia de mellizos tiene la particularidad de que, aparte de ser a demanda (de lo contrario la produccion de leche de la madre nunca se ajustará a la necesidad de los hijos), funciona "a oferta".
Eso significa que cuando el mellizo mas glotón pide teta, lo que evita más problemas a larga es ponernos a los dos a tomar teta simultáneamente, aunque el otro remolonee un poco o no haya dado síntomas de hambre. Eso implica que si hay que despertarle, se le despierta. Pocos bebés hay que rechacen una teta cuando se la dan, aunque sólo sea para tomar un chupito, remolonear un poco con succión no nutritiva hasta que se les despierte la gazuza o simplemente, hincharse igual que el otro. Asi que no estará de mal humor aunque se le haya despertado para comer. Tanto de día como de noche.
Si uno acaba antes que el otro tenemos varias opciones: dejarle a la teta hasta que el otro acabe, dejarle en nuestro regazo con la teta fuera de la boca hasta que el otro acabe, o dejarle ir si es suficientemente mayor y seguir con el otro si va más lento (una madre múltiple lactante experta sabe diferenciar cuándo cortar las tomas una vez que los dos han tomado lo suficiente).
Al final ahorramos tiempo y el patrón de lactancia no difiere mucho del que tendría una madre única. Las noches también se simplifican, aunque como el cojín de lactancia por la noche es un gran agobio, puede ser sensato probar la técnica del "vuelta y vuelta" (colechar con los mellizos a ambos lados e irse girando a uno u otro) dejando que se desincronicen un poco y ver cuál es la manera que nos permite dormir mejor y menos lloros provoca.
Los picos de demanda por brotes de crecimiento se responden de la misma manera: pecho a demanda...del que demande primero, y el segundo que espabile.
Cada niño tiene su pecho asignado, aunque se pueden intercambiar entre tomas o de tanto en tanto. ¡¡La lactancia es más estable de lo que nos quieren hacer creer!!
La lactancia materna no induce a obesidad futura a los niños, así que lo peor que puede pasar es que el bebé menos glotón engorde a mejor ritmo que el otro, cosa que no preocupará al pediatra.
Errores frecuentes
Tomarse lo de lactancia a demanda demasiado literal.
Sentir una pena insuperable por despertar al mellizo menos hambriento.
Alternativas y sugerencias
Ir a lo práctico y simultanear las tomas siempre que se pueda!!!!!!!!
El Angelito1 (izquierda) desarrolló papada y unas lorzas importantes debido a que iba a remolque en la lactancia respecto al Angelito2, alias "el Barracuda". |
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