6 de febrero de 2014

Cinco cosas que vas a echar (mucho) de menos durante la lactancia

(Nota importante: esta entrada la escribí hace bastante tiempo, cuando le daba aún lactancia exclusiva a mis hijos y las tetadas eran muy frecuentes, un buen día que me dio un ataque de nostalgia. Por la propia evolución de la lactancia, que hace que la vida social de la mujer vuelva a su cauce sin renunciar a dar el pecho esporádicamente, ya no me siento identificada con muchas de las cosas que a continuación escribo, o han dejado de incomodarme tanto. No obstante, cuelgo la entrada por si alguna otra lactante le pudiera hacer gracia...)

De todas las etapas reproductivas de la mujer, embarazo y lactancia son las más cortas (no cuento el

parto, obviamente, porque técnicamente no es una "etapa").
Lo más frecuente (lástima) es que la lactancia sea incluso más corta que el embarazo. Pero ¿qué ocurre con aquella que opte y disfrute de una lactancia más prolongada que el promedio? (según las encuestas estaríamos hablando de más de tres meses)...Basta ese periodo de tiempo para empezar a echar de menos algunos detalles de la vida cotidiana. Incluso se puede suspirar pensando en cuándo acabarán esas renuncias que la lactancia implica...

Estoy segura de que muchas lactadoras (felices, ¿eh?) os sentiréis identificadas con lo que yo personalmente

echo de menos durante mi lactancia:

1) Pillarse una buena cogorza
No veo la hora de volver a poder tomar alcohol sin pensar en la moderación, ni el porcentaje, ni los grados, ni las dos horas de margen entre tomas...Nada de quitarme la espinita con una clara de limón muy rebajadita de cerveza, o un sorbito de vino o de cava, no, no...¡¡¡Yo lo que quiero es poder voler a pimplarme un cubata bien cargadito detrás de otro!!! Fantaseo sin parar con montar una fiesta de destete con mis amigos, en mi casa, sin niños, donde circule el alcohol sin parar, la gente venga con instrucciones expresas de pasarse del "puntillo" y la cosa acabe convirtiéndose en Sodoma y Gomorra. Recuerdo con nostalgia las borracheras pasadas y suspiro por volver a tener sensación de resaca, o paladear licores variados sin pensar en si contamino mis fluidos corporales...La verdad es que no, no me extraña en que se pongan de moda las fiestas de destete, porque hay que desquitarse. Al fin y al cabo esa es la vida...unos dejan de mamar...y otros se maman. :D

2) Cafeina a cascoporro
Esto va ligado al punto anterior. El margen de consumo de cafeína durante la lactancia es de unos 300 mg al día, así que una coca-cola, un café o un té están sobradamente permitidos, pero no puedes evitar sentirte culpable si nada más tomártelo tienes que dar de mamar, e inconscientemente controlas la ingesta y prefieres bostezar a aumentar la dosis...¡Cuando a menudo necesitarías varios Red-Bull, uno detrás de otro, para superar una mala noche!! ¿Y qué decir de los pesados que saben que das teta y se ponen a chillar cuando te ven consumiendo algo con cafeína?

3) Poder ponerse vestidos largos ajustados abrochados por detrás (y prendas difíciles de abrir por delante en general)
Porque ya no será necesario que en cierto momento del día nos tengamos que bajar un tirante, o subirse una camiseta, o desabrocharse un botón, o abrirse una cremallera, o forzar un escote. Podremos ponernos lo que queramos sin tener que pensar en cómo nos las apañaremos para sacar la pechuga sin desvestirnos enteras. Yo tengo un vestido que me compré por capricho y está en el armario esperando que lo estrene. Me muero de ganas...¡¡creo que es el que me pondré en mi fiesta de destete!!

4) Volver a usar con profusión anillos, relojes, pulseras... 
A las lactantes se nos distingue a diario por llevar los brazos desnudos. Para no arañar a los bebés en cualquier posición prescindimos de anillos superfluos, pulseras e incluso relojes. Pero llegará un día en que podamos volver a adornarnos como sultanas, con kilos de pulseras en cada muñeca, a cual más gruesa y llena de aristas, anillos enormes que abulten mucho (varios por cada mano), por no hablar de pendientes colgantes con mucho brillo y que tintineen sin cesar, con la seguridad de que no distraerán a nadie ni nadie estará a punto de arrancarnos una oreja intentándonoslos quitar!!!!

5) Recuperar la líbido
Creo recordar que hubo un tiempo en que me interesaba más el sexo y tenía más iniciativa... Mmmmmmm....a veces pienso si no lo he soñado...

2 comentarios:

  1. Jajajajaja! Tan solo llevo un mes de lactancia y ya hecho de menos poner ponerme mi ropa "normal" y más ahora je viene el invierno y cada vez hace más frío para estar con la teta fuera... Me encanta tu blog! Lo intento leer cada vez que mi pequeña me deja... Felicidades por la iniciativa

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  2. ¡Muchas gracias por el comentario!
    Me alegro de que te guste el blog. Ánimo con la teta, que lo de la ropa sólo es una fase. ;)
    Un saludo

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