Prueba de agudeza visual:
Encuentre en menos de 30 segundos un mensaje "subliminal" negativo que ayuda paradógicamente poco a la promoción de la lactancia materna:
Sí, se que soy muy susceptible, pero es porque soy muy consciente del poder de las palabras escogidas, de la manera en que se formulan las frases, y de las imágenes que se escogen para ilustrarlas.
Me chirría mogollón ese "si puedes, dale de mamar". Vamos a hacer recuento de casos "comunes" en los que una mujer no puede dar de mamar:
-ser portadora del VIH
-tener cáncer y requerir tratamiento quimio o radioterápico
-tener un trastorno mental grave que requiera tratamiento crónico con antipsicóticos o ciertos medicamentos muy concretos
-haberse sometido a una cirugía de reducción mamaria
-padecer hipopituitarismo u otra circunstancia que afecte seriamente la producción de leche
-estar obligada a TRABAJAR por imperiosas necesidades económicas sin poder disfrutar de la baja maternal, con un trabajo que no permita ni siquiera
extraerse la leche y ausentándose del hogar muchas horas diarias
(Obsérvese de que de toda esa lista de supuestos, en los tres primeros se puede físicamente dar de mamar pero se aconseja el abandono temporal o definitivo de la lactancia por el riesgo que conlleva para el lactante).
Como vemos, muchos de esos casos "comunes" son en realidad poco frecuentes; la limitación más común a la lactancia es la necesidad de trabajar inmediatamente después del parto. Descontando ese supuesto y quedándonos sólo con la vertiente "física" del asunto, se podría afirmar sin equivocarse mucho que más del 95% de las mujeres pueden dar de mamar, si quieren, saben y cuentan con apoyo legislativo, laboral y social.
Así que eso de "si puedes, dale de mamar" se podría sustituir, en justicia, por un merecido "no suspendas la lactancia materna si no es por extrema necesidad", que encierra los mensajes que en todo cartel de promoción de la lactancia materna se desea inculcar: que la situación estándar, preferible, deseable y normal es que un recién nacido esté recibiendo leche materna y que sólo bajo prescripción médica especializada en contadas circunstancias o imperiosa necesidad de la madre de alejarse del recién nacido (para trabajar o lo que se requiera) está indicado el cese absoluto de la lactancia materna.
Sé que es apretar mucho la tuerca pero es que, insisto, el lenguaje que utilizamos nos marca más de lo parece...
Hola. Me he aficionado a leer tu blog en las tomas nocturnas de mi chiquitín que hoy cumple un mes y medio. Me está ayudando mucho. Gracias.
ResponderEliminarHasta ahora no había comentado nada, pero hoy me gustaría hacerlo por si mi comentario puede también ayudar a otras futuras mamás:
Estoy operada de una reducción mamaria desde hace unos 8 años. Hasta que nació mi hijo, no sabía si iba a poder darle pecho y aquí me tenéis, leyendo este blog con la teta fuera...¡así que ese supuesto del post, no tiene por qué ser así siempre!
A partir de la semana 30 y pico de embarazo, si me apretaba un poco los pechos, salían algunas gotitas de calostro y eso me dio esperanzas,
Animo a que las operadas que quieran amamantar lo intenten por si ellas también tienen esta suerte.
Saludos y enhorabuena por tu blog.
Muchas gracias, Victoria, Tu relato es alentador. ¡Enhorabuena por esa lactancia!
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