16 de enero de 2014

10 errores que pueden hacer fracasar tu lactancia el primer mes (y III)

(Viene de una entrada anterior)

7)No tener paciencia con los prematuros y los bebés con bajo peso
Un bebé viene de que se lo den todo hecho al comer a tener que esforzarse por meterse leche en el estómago. Y no todos los bebes succionan de la misma manera o con la misma fuerza. Un bebé pequeño, debilitado, despistado o de natural vago, puede succionar débilmente. La presencia o combinación de factores como boca pequeña, frenillo corto, vagancia, debilidad, aturdimiento, inexperiencia de la madre para colocárselo en el pecho, pezón no demasiado salido..., puede conllevar a que el niño no abarque bien la areola, no succione con suficiente fuerza o se duerma enseguida al pecho antes de vaciarlo.
El éxito de la lactancia depende en estos casos muchas veces de los conocimientos de lactancia que tengan los profesionales de la salud que nos atienden, que son los que tienen que aplicar protocolos respetuosos con la lactancia materna, diagnosticar anquiloglosia y mejorar la técnica de lactancia.
Parece una tontería pero mucha gente que se queja de tomas eternas en las que el niño no acaba de vaciar el pecho no "despierta" al bebé durante la toma para que vaya espabilando, apretándoles el pie o la manita cuando les da el sopor. Y tampoco despierta a los bebés letárgicos por la noche para que mamen. Eso puede tener consecuencias en la ganacia de peso y desde luego en la producción de leche de la madre.

A veces la madre propone, pero el bebé dispone. Cuando las condiciones del bebé no fomentan la lactancia materna tenemos que tener un plus de paciencia y esmerarnos en la técnica de lactancia.

8)Obsesionarse con la báscula
Los pediatras de la nueva escuela utilizan ya la tabla de percentiles actualizada para los niños alimentados con lactancia materna, son flexibles en la interpretación de las gráficas y tienen en cuenta los posibles brotes de crecimiento del bebé, que pueden estar detrás de "retrasos" o "parones" en la ganancia de peso de los bebés.
Lamentablemente aún quedan muchos pediatras de la vieja escuela que quieren que el bebé engorde como un ternero. Además, se siguen enviando mensajes sutiles a las nuevas madres que fomentan la persistencia de la obsesión por el peso del bebé, y empiezan las peregrinaciones semanales e incluso diarias (!!!) a la báscula de la farmacia en busca de cualquier cambio de dígito. El peso es una fuente importante de estrés y una madre mal aconsejada con un bebé que no engorde lo suficiente tiene muchos puntos de ver su lactancia fracasar.

Cuando un bebé no gana suficientemente peso hay que revisar si está atravesando o próximo a atravesar un  brote de crecimiento, si tiene otro problema físico (anquiloglosia, alergias, intolerancias, infecciones de orina...) o si hay algún problema en la técnica de lactancia (¿duerme demasiado por la noche y no se le despierta para las tomas? ¿succión débil?). Como no todos los pediatras están muy avezados en estas cuestiones conviene consultar paralelamente con un asesor de lactancia cualificado, que haga también un seguimiento del peso del niño, para evitar caer en el lamentable error de "el niño no ganaba suficiente peso, así que el médico nos dijo que le diéramos biberón".
Si la pérdida de peso es realmente alarmante y sostenida, el paso a seguir es suplementar con leche materna extra o leche artificial, pero destetar a bote pronto como recomiendan muchos pediatras incompetentes no está justificado porque el problema, claramente, no está en la leche materna, que a misma volumen tiene más grasa y similares calorías que la leche artificial.

9) Ceder a presiones externas desinformadas
De la misma manera que uno no pide asesoramiento jurídico a un frutero sino a un abogado, y confía más en la opinión de un mecánico que de un dentista cuando de lo que se trata es de solucionar un problema en el motor del coche, hay que seleccionar con cuidado las fuentes en las que buscamos información sobre temas relacionados con la lactancia.
Las páginas de los organismos sanitarios (OMS, Asociación Española de Pediatría) y grandes grupos de apoyo a la lactancia (La Liga de la Leche, Alba Lactancia...) contienen información actualizada, extraída de fuentes fiables y estudios médicos basados en  la evidencia científica.

La "cultura popular", las habladurías de pueblo, las leyendas de la abuela, el "amimefuncionismo", las historietas truculentas y el "pues a una amiga le pasó...", "pues a una compañera de trabajo...", "pues a mi madre le dijeron..." no son fuentes fiables de información (en este blog hay mucho de "amimefuncionismo", pero verás que lo que expongo complementa pero no contradice a los organismos oficiales!!).

Dado quee venimos de décadas de supremacía absoluta de la crianza con biberón, la cultura de la leche se ha perdido y la mayor parte de la información que se traspasa entre familiares y conocidos no constituye una buena base para desarrollar una lactancia exitosa. Por desgracia, buena parte de los comentarios que una madre lactante tiene que oir por parte de legos en la materia son cosas como:

"Qué suerte tienes, mi leche es que no era buena"
"Mi hijo es que nació muy grande y el médico me dijo que no tendría leche suficiente"
"Tengo poca talla de pecho, no creo que pueda dar de mamar"
"Con gemelos dar el pecho es imposible"
"Todo iba bien pero a los tres meses se me acabó la leche"
"Es que tuve mastitis y ya tuve que dejar la lactancia"
"Yo hubiera continuado, pero tuve que tomar antibióticos y tuve que dejar la lactancia"
"Con más de seis meses el niño sólo mama por vicio, porque la leche es agua"
"Dar el pecho produce caries en la madre y osteoporosis"
"Tuve que destetar a mi hijo porque quería quedarme embarazada de nuevo"

...que lo único que hacen es cansar, desmotivar y despistar y contribuyen a perdurar falsos mitos y creencias erróneas acerca de la lactancia, como que las lactancias exitosas dependen de la suerte de cada una (tener mucho pecho, mucha producción y buena leche) y no de su paciencia y constancia o de haberse puesto en manos de buenos profesionales de la salud, o que la lactancia es incompatible con cualquier medicación, o que no supone un beneficio para la madre o el bebé dar el pecho de forma "prolongada" (¿más de seis meses?).

Si entre tus familiares y amigas no cuentas con un nutrido grupo de madres experimentadas que hayan tenido lactancias exitosas, te recomiendo que ignores sus comentarios o que los consideres de forma crítica.
Lo mismo con los comentarios y opiniones vertidas en foros "femeninos" muy multitudinarios pero poco especializados y con usuarias poco "versadas" en el tema.
Tendrás mejor información y apoyo en grupos de madres lactantes, en las que al menos la experiencia ayuda, o en talleres de lactancia dirigidos por un profesional cualificado con formación como asesor de lactancia.


10)No acudir a tiempo a un asesor de lactancia
Poco hay que decir sobre esto. De las cosas más importantes que hay que hacer durante los nueve meses de embarazo es apuntarse el teléfono del grupo de apoyo a la lactancia más próximo a nuestro domicilio y el nombre de la matrona, pediatra o enfermera de nuestra zona que lleva "las consultas de lactancia".
En España podemos encontrar dicha información por internet (en la página de la Liga de la Leche, Multilacta, Alba Lactancia, y mil y una asociación más), así como en los carteles de las consultas de obstetricia y pediatría. Hoy en día raro es el pueblo que no disponga, al menos en alguna localidad de la comarca, de sesiones semanales o mensuales de un grupo de apoyo a la lactancia, sin contar con las consultas telefónicas y las propias consultas médicas.
Por cierto, que tales talleres no sólo sirven de ayuda a madres con hijos recién nacidos, sino que también se puede acudir con niños más mayores o en caso de estar embarazada y estar hecha un mar de dudas o prever que podemos tener dificultades (embarazo múltiple, pezones invertidos, problemas de tiroides...).
Cuando no podemos superar con nuestros propios conocimientos y medios un "bache" en la lactancia en cuestión de un par de días, es mejor consultar una solución a un experto.
Y realmente muy extraño debe ser nuestro problema de lactancia si después de seguir los consejos de un asesor el problema no se soluciona y podemos seguir dando el pecho felizmente.

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